La multiplicación de las leyes es un síntoma
Muchos simplones creen que se necesitan más leyes para resolver los problemas, evitando afrontar el problema mismo. Resulta que, como advirtió el romano Tácito hace un par de miles de años más o menos, más leyes son señales de corrupción social. Sirven para ocultarla con la falsa esperanza de soluciones mientras el demagogo de turno y su círculo adquiere más poder y dinero, con seguridad ondeando banderas de paz e igualdad, que no le interesan lo más mínimo en la práctica. Así, dan la impresión de estar haciendo algo mientras todo empeora para favorecer a estos.
